CÓMO CONOCÍ AL DOCTOR (Reflexiones de un bohemio soñador) 1ª parte

El Doctor es ante todo un personaje de ficción, no existe, al menos no en la realidad. Pero eso no significa que de algún modo nuestra experiencia con la serie no nos haya afectado de algún modo. Como ya habéis notado, todos a los que el Doctor toca los hace mejores o tal vez simplemente los deja trastocados, como sería el caso del personaje de Elton en “Amor y Monstruos”, quien cuando era niño le vio bajando por las escaleras y al otro lado vio a su madre muerta por un alienígena al que el Señor del Tiempo probablemente detuvo pero que llegó demasiado tarde. 

Soy Hannibal y voy a contar cómo fue mi experiencia con el Doctor. En mi caso fue distinto, completamente distinto. Yo no me encontré una cabina azul en la calle, ni vi a un tío raro con pinta de vagabundo, un sombrero y una bufanda extra larga ofreciéndome una gominola con forma de muñequito sonriente espolvoreada en almidón, al menos no en la vida real. Cuando era niño, después de hacer los deberes, me iba a merendar un bocadillo de Nocilla y me ponía la tele para ver los dibujos animados de Antena 3 en el programa “La merienda” (tales como los Transformers, los Cazafantasmas, los Halcones Galácticos…qué tiempos) o tal vez en Canal Sur para ver los Superamigos. La verdad es que no estoy muy seguro de cómo fue, pero creo recordar que por aquella época yo estaba en casa de mis abuelos y puse la tele, vi una serie en la que aparecía un hombre con la descripción anterior, no sabía lo que era, recordaba que había fabricado una cosa que metió en una bolsa o cubo y que se lo arrojó a una especie de monstruo desde un coche, después vi que se metió junto con una mujer y otro hombre en lo que parecía ser una cabina azul. Volví a verlo en alguna otra ocasión y recordaba que lo llamaban “Doctor”.

Años después, cuando debía de estar en 1º de ESO, encontré un libro sobre series de Ciencia Ficción en el Hipercor y lo hojeé. Cuando vi el título de “Doctor Who” me vino a la memoria aquella serie, aunque vagamente, leí la fecha en la que se hizo la serie (1963−1989) y la foto de tres hombres mayores en blanco y negro a lo que yo pensé “Si duró tanto tiempo será que tal vez cambiaron al actor”, de todos modos no creí que fuera la misma, los tres hombres de la foto no encajaban con la descripción del que yo recordaba. Yo era un seguidor fiel de Buffy Cazavampiros, tengo los DVDs y en un episodio de la 6ª temporada vi una conversación bastante jocosa entre Andrew y el vampiro rubio británico Spike. 

Andrew: Eres inglés ¿no?

Spike: Sí

Andrew: He visto todos los episodios de Doctor Who. De Enano Rojo no porque…

Jonathan: Porque no ha salido en DVD.

Andrew: Eso… no ha salido en DVD.

(Estrellada, Buffy Cazavampiros)

Muchísimos años después, o debería decir hace ocho años, vi que Cuatro iba a estrenar Torchwood, leí que era un spin−off de Doctor Who, a lo que yo pensé “¿por qué iban a hacer algo así de una serie antigua que ya no se emite?”. Me gustó, sobre todo el Capitán Jack Harkness (a pesar de que su moralidad fuera bastante ambigua), aunque me pareció un poco violenta. Al año siguiente me fui de vacaciones a Tenerife (como todos los años), vi en el teletexto de Televisión Canaria que iban a poner muy tarde Doctor Who y dije “lo veré”. Cuando lo vi noté que la serie era moderna, así que supuse que sería un remake o algo así, porque vi ese Doctor con chaqueta de cuero y con el pelo muy corto enfrentándose a unos seres alienígenas flatulentos que se disfrazaban de humanos con cremalleras en la frente, me pareció absurdo, pero al mismo tiempo admito que me gustó, sobre todo por la actitud del Doctor. Cuando regresé a Sevilla, tiempo después empezaron a emitirlo en Canal Sur 2 Andalucía. Lo vi desde el principio y me cautivó, especialmente esa nave espacial con forma de cabina azul que era más grande por dentro.

Rose: ¡Está a punto de entrar!

Noveno Doctor: Todas las hordas de Genghis Khan no pueden atravesar esa puerta y créeme, lo intentaron. Ahora cállate un momento.

Rose: El interior es mayor que el exterior

Noveno Doctor: Sí.

Rose: ¿Es alienígena?

Noveno Doctor: Sí.

Rose: Eres alienígena.

Noveno Doctor: Sí. ¿Estás bien?

Rose: Sí.

Noveno Doctor: Esta cosa se llama TARDIS. T.A.R.D.I.S. Maneja Tiempo y Dimensión Relativos en el Espacio.

(Rose)

Me quedé rayado cuando vi al Doctor hablando con ese Dalek, dado que no entendía qué era eso de la Guerra del Tiempo, me hizo llorar Pete Tyler en “El día del padre” y me encantaron los episodios “El niño vacío” y “El Doctor baila”, aunque me costó un poco situar al Capitán Jack. Cuando vi aquel episodio en el que el Doctor se enfrentaba a los Daleks y Rose miró al vórtice del tiempo para ir a salvarlo y destruyó a todos los Daleks me quedé bastante trastocado, aunque fuera una serie de ficción. Jamás había visto algo tan fantástico, tan imposible ni tan emocionante, salvo tal vez en Buffy cazavampiros. Cuando vi al Doctor cambiar fue cuando ya empecé a entenderlo todo, aquella foto de esos hombres que no reconocí y por qué había durado 26 años. Era un alienígena que podía regenerarse. Miré en internet para documentarme y lo entendí todo. Seguí el resto de la serie, al menos hasta lo que emitieron que fue el final de la 2ª temporada. Me quedé más estupefacto con las demás cosas que vi: el Doctor luchando en pijama contra el Emperador Sycorax, su encuentro con la Reina Victoria y un hombre lobo (aquello me encantó), el padre de Rose en un Universo paralelo y los Cybermen, aquel ente que absorbía los rostros desde la televisión, el planeta que orbitaba bajo un agujero negro y la presencia del mismo diablo… Me dio lástima cuando el Doctor y Rose se despidieron y admitieron estar enamorados. Quise ver más y tuve que esperar hasta que los descargué todos. 

Aunque Tom Baker fuera mi primer Doctor, Christopher Eccleston me impresionó con su actitud. Lo veía claramente como lo que era, un hombre atormentado con el recuerdo de una guerra que debió de traumatizarle de un modo profundo. David Tennant fue mi Doctor favorito, me hizo reír y llorar desde el principio hasta su final, incluso me quedé con su “allons−y”. Y Matt Smith me pareció divertido, aunque más tarde, debido a que echaba de menos a Tennant, incluso me inspiró la pajarita (un complemento retro y molón), tenía un estilo muy típico de un profesor chiflado, también dijo “Geronimo” de vez en cuando. Pero desde luego me gustaba ese carisma que mostraban:

Dalek: Hablaré con el Doctor.

Noveno Doctor: Oh ¿Lo harás? Qué bien. Hola.

Dalek: La estratagema Dalek está cerca de su fin. La flota está casi preparada. Tú no intervendrás.

Noveno Doctor: ¿En serio? ¿Y eso por qué?

Dalek: Tenemos a tu acompañante. Nos obedecerás o ella será exterminada.

Noveno Doctor: No.

Dalek: Explícate.

Noveno Doctor: He dicho que no.

Dalek: ¿Cuál es el significado de esa negativa?

Noveno Doctor: Significa que no.

Dalek: Pero ella será destruida.

Noveno Doctor: No, porque esto es lo que voy a hacer. Voy a rescatarla. Voy a sacar a Rose Tyler de la flota Dalek. Luego voy a salvar la Tierra. Y luego, para terminar, ¡voy a borrar hasta el último de los apestosos Daleks de la faz de la Tierra!

Dalek: Pero no tienes armas, ni defensas, ni plan.

Noveno Doctor: Sí ¿y eso no os da un miedo de muerte? Rose.

Rose: ¿Sí, Doctor?

Noveno Doctor: Voy a ir a por ti.

(Lobo Malo)

Líder Sycorax: Si puedo interrumpir.

Décimo Doctor: Sí, perdona. Hola, grandullón.

Líder Sycorax: Exactamente, ¿quién eres tú?

Décimo Doctor: Vaya, esa es la pregunta.

Líder Sycorax: ¡¡Exijo saber quién eres!!

Décimo Doctor: ¡¡NO−LO−SÉ!! Verás, el caso es que soy el Doctor, pero más allá de eso no lo sé. Literalmente, no lo sé, está todo sin probar. ¿Soy gracioso? ¿Soy sarcástico? ¿Sexy? ¿Un deprimido? ¿Optimista? ¿Diestro? ¿Zurdo? ¿Un jugador? ¿Un luchador? ¿Un cobarde? ¿Un traidor? ¿Un mentiroso? ¿Un manojo de nervios? A juzgar por la evidencia desde luego tengo boca.

(La invasión en Navidad)

Vimbocci hembra: Esta es mi nave y no vas a moverla. Apártate del timón.

Décimo Doctor: Hay un refrán terrestre, capitán. Una frase de gran poder y sabiduría. Y consuelo para el alma en tiempos de necesidad.

Vimbocci hembra: ¿Cuál es?

Décimo Doctor: Allons−y!!

(El fin del tiempo, parte 2)

Undécimo Doctor: ¿Este mundo es una amenaza?

Atraxi: No.

Undécimo Doctor: ¿Los pueblos de este mundo son culpables de algún delito según las leyes de los Atraxi?

Atraxi: No.

Undécimo Doctor: De acuerdo, una más sólo una ¿está este mundo protegido? Porque no sois los primeros en venir aquí (se ven imágenes de Cybermen, Daleks, Sontaran…). Oh, ha habido muchísimos, y lo que tenéis que preguntaros es “¿qué les pasó?” (Se ve al primer Doctor, al segundo, al tercero, al cuarto, al quinto, al sexto, al séptimo, al octavo, al noveno y al décimo). Hola, soy el Doctor. Básicamente, corred.

(En el último momento)

Vi las dos películas protagonizadas por Peter Cushing en 1965 y 1966, aunque sabía que no formaban parte del canon de la serie, sin embargo me encantó la segunda (Los Daleks Invaden la Tierra 2150 A.D.). Por supuesto ese Doctor era humano y la TARDIS la inventó él, ni siquiera estaba viva, aunque seguía siendo más grande por dentro.

Tom Campbell: Mire, Doctor, no entiendo todo eso de desplazarse en el tiempo ¿Y qué ocurre en esa cabina? Desde fuera parece muy pequeña, pero desde dentro parece una casa

El Doctor: Bien, muchacho, me gustan las mentes inquietas. Igual que el tiempo es considerado la cuarta dimensión el espacio es la quinta dimensión, pues el espacio no tiene límites y por tanto es atemporal. Bien, supongo que eso lo ha puesto de manifiesto ¿no?

Tom Campbell: Oh, sí, está muy claro.

(Los Daleks invaden la Tierra, 2150 A.D.)

También vi la película de 1996 de Doctor Who protagonizada por el octavo Doctor. Incluso busqué la antigua serie, lamentablemente no la encontré en español y tuve que verla en versión original subtitulada, descargué unos cuantos y los convertí en DVD y todo. Cuando vi cómo acababa la cuarta parte del episodio “Robot” se confirmó que lo había visto cuando era niño, recordé la misma escena, la del Doctor rociando a un robot gigante una especie de virus, luego le vi marchándose con Sarah Jane y Harry Sullivan en la TARDIS y al Brigadier buscándoles. Me descargué las bandas sonoras, las composiciones de Murray Gold me emocionan. Conocí a algunos seguidores y no tan seguidores de la serie y sobre todo a mi amada Lita, a alguno de mis amigos les mostré ese whoverso y les encantó.

Cuanto más seguía Doctor Who más me planteaba muchas cosas, la vida, el Universo… Aunque sé perfectamente que todo lo que sale es pura fantasía también sé que la serie parte de una idea, o tal vez de muchas, pero una de ellas podría ser que la razón triunfa sobre la fuerza bruta. Vi a ese Doctor enfrentarse a terribles seres y aunque podría ser agresivo hablando siempre iba desarmado (salvo por su destornillador sónico) y despreciaba a todo aquel que llevaba armas. Más bien yo diría que me fascinaba la idea de una especie de vagabundo espacial que viaja en una cabina azul más grande por dentro que cuando llegaba a un sitio, si tenía que resolver un problema lo hacía y sin emplear armas ni guerras, sólo lo hacía con su inteligencia y sus palabras. Es cierto que una imagen vale más que mil palabras, pero a veces subestimamos el poder de la palabra, ya sabemos que la palabra adecuada en el momento oportuno puede hacer daño. Eso depende de la persona y de su temperamento. 

Décimo Doctor: No me desafíes, Harriet Jones, porque soy un hombre completamente nuevo. Podría derrocar tu gobierno con una sola palabra.

Harriet Jones: Eres el hombre más asombroso que he visto, pero no creo que seas capaz de hacer eso.

Décimo Doctor: Cierto, no con una sola palabra. Con seis.

Harriet Jones: No lo creo.

Décimo Doctor: Seis palabras.

Harriet Jones: Ya basta.

Décimo Doctor: Seis. (Se dirige al guardaespaldas) ¿Tú no crees que parece cansada?

Harriet Jones: ¿Qué ha dicho? ¿¿Qué ha dicho?? ¡Doctor! ¡¿Qué has dicho?! ¡¿Qué has dicho, Doctor?! ¡¡Doctor!!

(La invasión en Navidad)

Naturalmente no había visto toda la serie original, por tanto ignoraba si alguna vez tuvo que empuñar armas o dirigir un ejército, si alguna vez lo hizo tal vez fue porque no tuvo más remedio, como pude observar en El Fin del Tiempo parte 2, cuando supo que los Señores del Tiempo regresaban y empuñó el arma del abuelo Wilfred. Su pueblo fue antaño pacifico, pero luego cambió hasta un punto bastante serio. Se desconoce cómo de horrible fue realmente esa guerra del tiempo, pero por lo que cuenta está claro que debió de ser mucho peor que la 2ª Guerra Mundial o la guerra de Vietnam. Además, cada vez que sabía de algún Señor del Tiempo parecía asustarse, como en Utopia al enterarse de que el Profesor Yana tenía un reloj dispositivo.

Wilfred: ¡Será una gran reunión! Haremos una fiesta.

Décimo Doctor: No habrá ninguna fiesta.

Wilfred: He oído hablar de tu pueblo. Decías que eran maravillosos.

Décimo Doctor: Así elegí recordarles. Los antiguos Señores del Tiempo. Pero luego fueron a la guerra. A una guerra interminable que los cambió hasta el fondo. Has visto a mis enemigos, Wilf, los Señores del Tiempo son más peligrosos que cualquiera de ellos.

(El Fin del Tiempo, parte 2)